viernes, 31 de octubre de 2014

El Límite, Mi Fin

-Mírate, no eres nadie ...- dijo ella con rencor. Al no recibir respuesta alguna, resignada, dio la vuelta y se dirigió al baño.
Podia esperar esas palabras de cualquier persona, pero no de ella, no lo aceptaba y me negaba a hacerlo.
Sentía odio.
Odio hacia todo lo que en realidad amaba, estaba segado, definitivamente ciego al amor que sentía por ella, a mis celos, a la mujer que me había hecho feliz, a la que me había traicionado.
Comenzó a invadirme el odio y el rencor, cada vez mas y mas, no podía controlarme.
Por esa razón tome la decisión. Iba a matarla.
Si ella no podía ser feliz conmigo, no lo seria con nadie.
Fui a la cocina y tome una cuchilla, la mas afilada que tenia.
Ella aun no había salido del baño, ese lugar donde siempre se encerraba y lloraba después de cada pelea, pero esta era la ultima, la ultima para los dos.
Camine hacia la habitación y me senté en el borde de la cama, estoy decidido a hacerlo, nunca pensé que mi amor hacia ella, pudiera hacerme llegar al hasta el límite, pero lo hizo.
De repente escuche el  ruido del cerrojo de la puerta girando.
Me puse de pie y fui hacia ella con el arma en la mano. Quede de frente hacia ella, con casi tres metros de distancia, ella clavo la vista en mi arma y luego en mis ojos.
Sus ojos eran de un azul intenso, fríos, pero a la vez tan cálidos, llenos de odio pero con cierto temor. Me dirigí hacia ella, con paso lento pero decidido. Ella solo se limito a mirarme. Quise tomarla del brazo pero ella no me dejo, comenzamos a forcejear un buen rato, pero ella ya estaba cansada, entonces la tome del cuello clavándole las yemas de mis dedos en él y la sujete contra la pared.
La presionaba lo suficiente para dejarla inmovilizada pero no tanto como para asfixiarla. Levante el arma con el que iba a ejecutarla, la coloque en su cuello y por ultima vez la mire a los ojos.
Estaba destrozada.
Que estaba haciendo me pregunte, este no soy yo, había perdido el control.
Ese odio, ese rencor se había apoderado de mi.
En ese momento me empezó a invadir una ola de recuerdos. Luego me di cuenta que habían comenzado a descender algunas lagrimas por mi rostro.
Iba a matar a la única mujer que había amado.
La única que me había enseñado lo que es el amor, la única que me había amado, la que por un tiempo me había hecho el hombre mas feliz del mundo. A aquella mujer iba a matar.
No podía hacerlo, yo a pesar de todo la amaba, estaba cegado por el rencor pero no era solo su culpa, también era la mía.
Retire la cuchilla afilada de su cuello y la arroje hacia un costado.
Luego abrí mi mano y la solté.
Ella cayo al suelo de rodillas, se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, cuando llego, ella volteo, me miro y me dijo:
-Lo siento ...- bajo la mirada y salio por esa puerta. Esa puerta por la nunca volvería entrar, yo lo sabia.
Ella jamas regresaría, esa era la ultima vez que la volvería a ver.
Me dirigí nuevamente a la habitación, me senté en la cama, junto a mi mesita de luz.
No podía, no podía asesinarla, ella era ese ángel cruel que le daba sentido a mi vida, pero ya no, ya no era nada, solo un recuerdo, algo que flotaría por siempre en mi mente.
Ella seguramente podría vivir sin mi.
Pero yo no.
Yo no iba a aceptar vivir sin ella, no iba a hacerlo, ni ahora, ni nunca, me niego rotundamente a aceptarlo. Por esa razón, abrí el ultimo cajón de mi mesita de luz, metí la mano hasta el fondo y saque un arma. No pude matarla, pero tampoco tengo el coraje de matar el amor  que siento por ella.
Juré amarla, jure protegerla, jure nunca hacerle daño, pero aun así no cumplí.
La lastime, la lastime de manera que jamas las cicatrices que le deje podrían ser sanadas y me arrepiento de haberlo hecho, pero no hay marcha atrás.
Ya no.
Este es el fin, mi fin.
Coloque el arma a un costado de mi cabeza, recordando quien era ella y quien fui yo.
Y tire del gatillo.

Atte: #Brenda.

lunes, 27 de octubre de 2014

Estado de fuga

Era una tarde pesada y brumosa de las que ella detestaba. Estaba sentada en el banco del patio de su recreo mientras pensaba en la vida de todos los adolescentes que se encontraban allí con un pasado y un futuro similar que todos tenían.Observó la forma de hablar y los rasgos de cada uno , todos muy diferentes pero a la vez muy similares.<< Personas que el destino unió por casualidad>>- decía su cabeza , pero sin embargo su corazón decía otra cosa. Por dentro sentía que todo ello ya lo había vivido , ya los conocía, a todos , todos ellos. No era casualidad que estuvieran junto con ella. Había tanto que preguntarse y claro que a veces se sentía algo extraña en este mundo. Demasiado curiosa para él, quizás. Diferente era la palabra que mejor le quedaba , y aunque a veces no intentaba serlo no podía con ella misma. Entonces observo nuevamente a todas esas personas, vivían sin saber de donde provenían o porque estaban allí , que era la vida , que era un humano. En realidad no entendía nada de eso y ellos tampoco. Se sentía como un pez arrastrado por la corriente , llegó a esa instancia de su vida sin saber como y creía que nunca encontraría respuestas a esas preguntas si la vida era eterna. Probablemente estaba en lo cierto y nunca las encontraría. Se esforzaba tanto por entender lo que la rodeaba , quien era. Para intentar entender , juntó todo su conocimiento sobre lo que sabía acerca de los orígenes de la tierra , miró un punto fijo y se concentro en él. Así fue que en el intento de entender que era su alma se transporto a un lugar desconocido de su mente, algo que nunca había sentido.Su cuerpo seguía allí hipnotizado , en mismo patio en el que se encontraba todos los días , con gente que nunca podría imaginar todo lo que ella estaba pensando.
Al intentar volver donde estaba , la cabeza empezó a darle vueltas ¿Qué era todo ese murmullo? ¿Y esa gente? Agachó la cabeza , observó sus piernas. ¿Quién era? de repente ya no recordaba su nombre, ni su edad ,ni donde estaba ¿Como podría haberle sucedido eso?.Tampoco recordaba en lo que estaba pensado. La complicada y curiosa adolescente había caído en algún tipo de amnesia. Apretó los puños muy fuerte y pensó en su propia identidad, lo recordó, logró escapar de las trampas de su cabeza. Aún así todo continuaba y seguía igual. Era triste y aburrido que no pudiera compartir eso con ninguna de las personas que estaban en su entorno.Tal vez era hora de pensar menos y vivir más. Hay quien dice que nunca se debe desafiar a la lógica.
                                                        #Cathe 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Hola soy Cathe.

¡Hola soy Cathe! Me llamo Catherina tengo 15 años , nací en Buenos Aires. Toda mi familia es de decencia italiana de ahí proviene mi raro nombre. Soy bailarina clásica desde los tres años y apunto a metas altas. Me encanta leer , sobre todo ciencia ficción y lo que tenga que ver con los ángeles caídos. Unas de mis sagas favoritas son dark divine y hush hush. Soy del signo escorpio, el perfecto amigo pero también el perfecto enemigo. En cuanto a música  la palabra "rock" lo describe todo haciendo excepciones por cosas que sean muy hardcore. Hasta ahora todo lo que escribía era semi-privado ya que mucho de lo que escribo se basa en hechos reales , así que estoy muy ansiosa por empezar a escribir. Espero que les guste lo que escribo :)
 "Y que la suerte este siempre de vuestro lado"
                                                                         
                                                                                                                                                                                                                                                                      #Cathe.

martes, 21 de octubre de 2014

El despertar de una mujer

Era una mañana fresca, no hacía mucho calor pero ella solo estaba tapada con una sábana blanca. Las ventanas estaban cerradas en su habitación y la gruesa y oscura cortina impedía el paso de la luz. La habitación estaba sumida en una penumbra casi tan oscura como la oscuridad.
La dulce mujer seguía en un plácido sueño, parecía que el más mínimo ruido la despertaría.     
 Su cuarto estaba desordenado, algunos libros, ropa sucia, papeles y tazas vacías en las que se había tomado una chocolatada. La puerta estaba abierta, el ruido proveniente de las otras habitaciones se escuchaban a la lejanía. Pero uno en particular. Uno se acercaba.
Cuando estuvo demasiada cerca, logró hacer que la hermosa muchacha, de cabellos castaños y piel pálida, se despertara alterada.
Al principio a la señorita le costó ver en la penumbra. Sin contar que hace milisegundos se había despertado.
Frente a ella había un hombre parado, con un pasamontañas negro, un suéter que combinaba y un jean azul. Parpadeó varias veces para terminar de verlo, se refregó los ojos y se quedó pasmada cuando pudo ver bien.
La estaba apuntando con un arma. Ella no tuvo ni tiempo de gritar que una bala se incrustó en su frente. Cayó sobre la cama mientras un manchón de sangre se expandía.
La mujer se estaba sumiendo en un profundo sueño, el de la muerte.
Se despertó en una pradera. Aún llevaba el pijama. Era un vestido sencillo que le quedaba demasiado corto y un short viejo. Así era ella. Desentonaba completamente con la pradera.
Un viento cálido y seco comenzó a soplar, el césped comenzó a moverse hacia donde el viento empujaba, se movía con violencia. Como si el cálido viento hubiese arrasado con toda la humedad del lugar, el pasto comenzó a secarse, a tornarse amarillento. Ahora la hermosa pradera se encontraba seca y calurosa.
El viento se detuvo, pero el calor no cesó. Tal vez fue por las altas temperaturas, o el sol que azotaba sobre el pasto seco. Pero todo comenzó a arder en llamas.
El fuego se desataba y avanzaba a espaldas de la muchacha que ya había comenzado a correr. Una nube de humo negro tapó el cielo cubriéndolo todo de oscuridad. 
La muchacha ya no sabía hacia donde huir, la oscuridad no le permitía ver hacía adelante. De pronto las llamas comenzaron a acercarse y a iluminarlo todo, ya estaba rodeada.
Se tiró al suelo y comenzó a gritar, para salir de esa pesadilla, de esa no-realidad.
Si ya estaba muerta ¿Volvería a morir? ¿Se iría al infierno al ser atrapada por las llamas?
Por causas no naturales, de las nubes de humo comenzaron a caer gotas. Comenzó a llover.
Lentamente, mientras las nubes se condensaban, iban desapareciendo dejando que rayos de luz se filtraran a través de ellas. Mientras que las llamas iban extinguiendo.
Era un milagro, se había salvado. En minutos las nubes habían desaparecido, las llamas se habían apagado y todo quedó como antes. Claro que la hermosa pradera ahora estaba arrasada, pero al menos había una mínima sensación de paz.
Siguió caminando, recto. Sin ningún destino.

Caminó durante bastante tiempo. Hasta que llegó a un hermoso árbol, gigantesco. A medida que se había alejado de la zona de las llamas, la flora se veía más viva.
Bajo el árbol había alguien, parecía estar esperándola. Parecía impacientado.
Cuando ella por fin llego al pie del árbol junto al hombre, el ambiente se llenó de incomodidad.
-Te esperé demasiado- dijo sin ninguna expresión, con la voz seca. Como si no hubiese hablado durante mucho tiempo.- Es hora de que te enteres la verdad, es hora de que sepas que nada es como creías. No hay cielo, no hay infierno. Solo hay vida y hay muerte. Y la muerte no es lo que parece.
-No… no te entiendo- logró articular. No había oído su voz en mucho tiempo o al menos parecía que había pasado mucho tiempo. Eso la había sorprendido.
El viento seco y caluroso volvió a soplar, y a secar la vegetación otra vez. La muchacha cerró los ojos para cubrirse del viento que la golpeada directamente en el rostro.
Cuando cesó y pudo abrir los ojos, el hombre ya no era lo que era.
Su piel, se veía escamosa y verde. Su rostro se había estirado y  era mucho más alto.
-A dónde vas, traes destrucción.
El árbol también se secó, sus hojas cayeron y el tronco reseco pareció envejecer mil años.
A lo lejos el muro de llamas volvía a llegar. La mujer comenzó a correr desesperada, con el monstruo detrás de ella. Se movieron a tiempo justo cuando el tronco cayó desquebrajándose.
La tierra parecía temblar, las llamas los rodearon a ambos y las nubes de humo taparon el cielo. Una roca salió de debajo de la tierra, quebrando el suelo. En la punta de la piedra una espada  estaba apoyada en ella.
La piedra era pequeña, habría medido un metro y medio de altura cuanto mucho. Pero al haber salido de debajo de la tierra produjo un levantamiento.
Estaba justo en medio del círculo de llamas, a la misma distancia de la mujer que del hombre. Ella no lo dudo  y salió corriendo hacia la espada. El humo parecía haber atontado al monstruo por lo que tardó en reaccionar. La mujer tomó la espada primero, se veía más pesada de lo que era.
Ni bien ella había tomado la espada se alejó de la piedra al tiempo en el que el monstruo cayó en ella de un salto. La piedra se había rajado. La bestia volvió a saltar, pero esta vez en dirección a ella.
Como un autoreflejo sacudió la espada de un lado al otro y la bestia terminó cortada al medio.
La mujer miró por última vez las nubes, algo le decía que no volvería a llover como antes. Tal vez lo de antes solo fue para que apresurara el paso y llegara más rápido con el hombre-monstruo.

Inmediatamente, luego de mutilar al monstruo, lanzó la espada lejos de ella, se miró las manos. Estaban manchadas en sangre, no literalmente. El calor y el humo la estaban sofocando.
La roca se partió y se hundió en la tierra, dejando un hueco. Un hueco del cual una hermosa sensación de frio salía. La mujer se acercó con delicadeza. Había una escalera que bajaba y se perdía en la oscuridad. Gritos de pena y de dolor se oían en las profundidades.  ¿Pero que podía hacer ella? Era su única salida.
Antes de bajar se preguntó si sería ese el infierno. Ella siempre se imaginó al infierno frio. Un frio que te quema, algo raro. Se preguntó si tal vez no debió haber matado al monstruo y si de no haberlo hecho tal vez si hubiese ido al cielo. Pero las palabras del monstruo volvieron a su cabeza “No hay cielo, no hay infierno”.
Con estas últimas palabras resonando una y otra vez en su mente bajó las escaleras con cuidado pero rápido.
Se vio obligada a apresurarse cuando las llamas comenzaron a bajar y las escaleras a derrumbarse detrás de ella. No querían que volviera.
Unos ruidos familiares se escucharon, ruidos que jamás olvidaría. Esos que había escuchado antes de morir, esos que la habían despertado de su placido sueño.
Pero los ruidos no la distrajeron, siguió bajando, cada vez más rápido. Las llamas ya habían dejado de seguirla, pero  las escaleras seguían cayéndose.
A los lados no parecía haber nada más que vacío, por lo que procuró no caerse. Cuando por fin llego al final se dio cuenta que no había nada. Solo otras tres escaleras apuntando a diferentes puntos. Y esas escaleras terminaron de caer junto con la otra, por la que ella había descendido.  Estaba parada en la nada misma. Oscuridad y frio.
Hasta que cayó. Comenzó a caer por un vacío que parecía no terminar jamás. Ella creyó que nunca terminaría de caer.
Hasta que despertó en su cama, con un ruido familiar que se venía acercando. Eso ya lo había vivido. Lo estaba viviendo otra vez. Era una mañana fresca, no hacía mucho calor.
Las ventanas estaban cerradas en su habitación y la gruesa y oscura cortina impedía el paso de la luz. La habitación estaba sumida en una penumbra casi tan oscura, como la oscuridad.
Aunque todavía no veía del todo bien, ya que recién se había despertado, se levantó y se hizo a un lado. Justo cuando el primer disparo salió despedido de la pistola del atacante.
Se lanzó sobre él y comenzaron un forcejeo. Pero el hombre era más fuerte.
Logró liberar el agarre de la mujer y dio un disparo rápido. Ese disparo fue a parar en el abdomen de la muchacha que cayó otra vez en la cama.
La cama comenzó a teñirse con un gran manchón de sangre. Mientras que la mujer se sumía en un profundo sueño. El de la muerte, otra vez.

Se despertó en una pradera y aún llevaba el pijama puesto. Tal vez iría por una tercer oportunidad.


-JULE

sábado, 18 de octubre de 2014

La Venganza, Un Arma Mortal

Camino descalza en un oscuro bosque, pensando en lo que estoy a punto de hacer. No quiero pasar el límite no quiero hacerlo, pero sino lo hago ella lo hará y ese será mi fin. Debo hacerlo, tengo que hacerlo.
En mís manos llevo un arma mortal, con restos de sangre seca de una persona inocente, le dije que no se interponga en mi camino que no valía la pena, pero él no me hizo caso y tuve que hacerlo, juro que no quería y me arrepiento de haberlo hecho, pero él la protegió y me traiciono al igual que ella, solo quiero encontrarla y hacerla pagar por lo que me hizo.
Me arden las heridas que me dejo el forcejeo con esa victima, en un instante siento algo punzante a la altura de la cadera, veo que comienzo a sangrar y mi remera blanca comienza a teñirse de un rojo intenso, tenia un profundo corte, coloco mi mano sobre la herida y la presiono, me duele pero aun así lo hago con mas fuerza, solo para sentir un dolor que duela mas que una traición y solo quiero asegurar que lo hago esto para que no salga a la luz una oscura revelación que jamas debe ser contada. He perdido mucha sangre y empiezo a cerrar los ojos poco a poco, pierdo el conocimiento y me hundo en un sueño profundo del cual no sé si voy a despertar.
Abro mis ojos al oír un ruido, estaba junto a un arroyo.
En ese momento la veo, era ella, al fin.
Espero solo un instante y camino hacia ella que me observa con cierto temor en su rostro, le clavo la mirada tan fijamente y fría, con tanto odio y rencor que ya nada importa, ni ella, ni mi victima, ni yo, ni mi insignificante vida, solo mi venganza.
Me lanzó sobre ella y me doy cuenta de que no hace nada para moverse y evitar mi impacto, caigo sobre la tierra y las hojas secas tratando de pensar que sucedió. No caí sobre ella y mucho menos le hice daño.
La atravesé.
Intento darle una cuchillada pero no hago mas que hacerla retroceder sin ningún rasguño.
La observo y ella me devuelve una mirada con terror, bajo la vista y me pregunto a mi misma porque no puedo hacerlo.
Cuando me vuelvo para mirarla, ella sale corriendo veloz y sin detenerse veo que tropieza y se reincorpora, trato de correr detrás de ella pero mis piernas no responden.
Ella no es humana.
Es físicamente imposible traspasar a una persona, pero aun así lo hice, sentí una punzada de vuelta en el mismo lugar pero cuando observe mi herida me quede estupefacta.
Ya no sangraba, ya no dolía, ya no existia.
No comprendo que es lo que esta pasando, estoy confundida. Me di la vuelta y comencé a caminar devuelta hacia el arroyo. Allí llegue a divisar un cuerpo, su cabello era oscuro y vestía ropas blancas pero estaban teñidas de sangre e iba descalza, me acerque un poco mas y con terror la reconocí.
Al verla se me corto la respiración, como no me había dado cuenta antes.
En ese momento me di cuenta que no era ella la que no pertenecía a este mundo.
Era yo.

Atte. Brenda.

martes, 14 de octubre de 2014

Oscuridad

La tormenta se avecinaba, lo único que veía era la titilante luz de una vieja farola. No sabía como había llegado allí, solo sabía que quería escapar del mundo, quedarme sola por un momento, así que había corrido lejos al salir del colegio y había corrido hasta que el Sol se escondió. Ahora me encontraba sola en un barrio abandonado, caminando por aquella sombría calle. Seguí hasta que la vi, la enorme gata negra que alimentaba mis peores pesadillas. Me dí la vuelta y aligeré mi paso, pero no sabía donde me había metido, no podía encontrar la salida de aquel barrio fantasma. La desesperación inundó por completo mi cuerpo, sentí el sudor frío recorrer mi frente, mi pulso se aceleraba a cada paso que daba, algo me decía que nada terminaría bien. De repente, sentí un dolor agudo en la nuca, me dí la vuelta algo atontada por el golpe y alcancé a ver a una hermosa mujer de ojos felinos, cabello y ropa negra, sostenía una roca de gran tamaño, ella tenía un destello de malicia en la mirada y una sonrisa traviesa de dientes puntiagudos cruzaba por su cara. Caí sobre la calle, estaba apoyada sobre mis manos y rodillas, la miré por última vez antes de que todo se volviera silencioso de repente. Oscuridad, eso fue lo último que vi, completa y vacía oscuridad.


lunes, 13 de octubre de 2014

Cansada

Estaba cansada, de todo. De los falsos amigos que nunca estaban ahí, lo único que hacían era decirme cosas horribles. Cansada de que las personas a las que realmente quería estuvieran tan lejos que no las podía ni abrazar. Cansada de intentar salir con un chico al que parecía no importarle ni un poco. Cansada de una madre para la que nunca era suficientemente buena. Cansada de ser el bicho raro del aula. Cansada de que los libros y la escritura fueran mi único refugio en este mundo de las personas horribles que lo habitaban. Y en ese momento, cuando me di cuenta de que nadie iba a estar ahí para mi, me di cuenta de que tengo que cuidarme sola, de que no soy tan débil como pienso, de que siempre, por mas fuerte que me derrumbe, me levanto sola. No necesito a toda esa gente, pero me da miedo quedarme sola, me da miedo que mis amigos no sean mis amigos, por más que sepa que es cierto, me da miedo que el chico con el que me he encariñado me deje sola también, por más que sepa que es inevitable, cansada de ser la oveja negra de la familia, aunque eso tampoco fuera a cambiar. Últimamente parece no importarme, pero en realidad si lo hace, todas esas cosas lastiman. Mi idea es buscar una solución, seguir adelante o acabar con todo. Es una decisión que voy a llevar a cabo en los próximos días y nadie me va a convencer de lo contrario. Me cansé de las palabras de ayuda de siempre, prometiendo que todo va a cambiar, que todo va a ser mejor, promesas vacías como las personas que las hacen. Si esto sigue así, si no obtengo respuestas pronto, si él no me dice que quiere conmigo, si mis amigos no dejan de ser así de forros, probablemente termine con todo esto. De todos modos, ¿a quien le puede llegar a importar si me voy?


sábado, 11 de octubre de 2014

Hola mi nombre es Ariel.

Hola mi nombre es Ariel, tengo 18 años aunque no parezca , madurar es para frutas así  que no me jodan en fin. Vivo en mi casa, me gusta todo tipo de música siempre y cuando suene bien. He escuchado desde jazz hasta lo que se les pueda ocurrir . Me gusta la lectura realista con mucho drama, no soy de leer del mucho y aveces me fumo un pucho,  okey una rima para joder así soy yo. AMO las matemáticas jeje soy raro ¿y?

viernes, 10 de octubre de 2014

¡¡¡Hola!!! Soy Brenda.

Hola !!! Soy Brenda, algunos me dicen Bren, tengo 15 años y nací el 30 de agosto de 1999.
He escrito algunas historias, poemas y algunos ensayos, hace poco empece a escribir una novela y espero poder escribir muchas mas. Con respecto a la lectura me gusta mucho la Ciencia Ficción y tambien lo realista aunque leo de todo un poco, mis sagas favoritas son The Maze Runner, Hush Hush, Percy Jackson y me gusta mucho la novela Bajo la Misma Estrella, por el lado de la música me gusta mucho The Vamps, 5 Seconds Of Summer, McFly y Evanescence, son unas de las muchas bandas que escucho y que amo, creo que con eso me conocen lo suficiente y espero que les gusten mis relatos porque siempre los hago con la mejor onda :)
Saludos !!!
Y bienvenidos.

Hola, Soy Matyas (con Y porque esta en ruso amigos).

Hola amigos, me llamo Matyas Miguel Ángel Benjamín, pero pueden decirme Taka, o Hechi, como les guste. Tengo 16 años y lo único que tienen que saber de mí, es que nací bajo la constelación de Sagitario, pero soy de Cáncer. Cumplo los años el 18 de diciembre pero los festejo el 18 de diciembre. Me encanta escribir, leer, leer mangas, dibujar, pintar, mirar anime, correr, saltar, gritar, llorar, matar, etc. Lo normal.
Mis géneros de novelas favoritos son los siguientes y en ese orden: Fantasía, fantasía urbana, utópicas, distópicas, ciencia ficción, realismo mágico, terror, aventuras, novelas negras, policíacas, históricas, ucrónicas y eróticas,
Soy un chico a veces divertidos, a veces depresivo. Padezco de TA (Trastorno Afectivo), sufro de depresión, tengo hipnofobia (miedo al sueño o a conciliar el sueño) y onirofobia(miedo a los sueños). Me toma las cosas importantes a la ligera y pues en mi corta vida experimente más de lo que debía y por ende estoy acá. Fin.

Hola, soy Agustina.

Hola :) Mi nombre es agustina, aunque prefiero que me digan Agus. Vivo en La Pampa, Argentina. Nací el 3 de Junio del 2000. Tengo 14 años y me gusta mucho leer de todo un poco y escribir. Me gustan las novelas románticas, las tragedias y la ciencia ficción, pero sobre todo, los hombres lobos (raro, ¿no?).
He escrito ensayos, algunos cuentos cortos y estoy intentando escribir un libro. Mi firma aquí será Banshee, por todo esto de los hombres lobos y las criaturas sobre naturales. En cuanto a música, me gusta escuchar electrónica, pop, rock y algo de indie. Mis bandas favoritas son Imagine Dragons y 5 Seconds Of Summer. Tengo cierta obsesión por los bateristas, aunque yo solo sepa tocar órgano/piano. Me gustan mucho las series, soy bastante antisocial y un poco depresiva.
Bienvenidos a mi mundo.